RIP a RTVV

Como profesora de idiomas, no puedo dejar de lado una noticia tan importante para la lengua catalana como es el cierre inminente de Radiotelevisió Valenciana. En primer lugar, debo confesar que no soy una telespectadora asidua a Canal 9 porque siempre ha sido una televisión orquestada por los poderes políticos, y su manipulación informativa llegaba a ser obscena. Aun así, tengo que reconocer que en su parrilla podíamos encontrar contenidos culturales muy interesantes como Cor de Festa o Trau la Llengua. 

Muchos niños, yo incluida, han crecido con los dibujos animados emitidos en Canal 9 y doblados al valenciano. Tener un medio de comunicación audiovisual que utilice la lengua cooficial es muy importante para la normalización lingüística de los idiomas que coexisten con el castellano en las comunidades autónomas bilingües. Babaclub y Sambòrik son dos programas infantiles que han contribuido especialmente al uso normalizado del valenciano durante mucho tiempo y si ahora desaparecen, también se perderá con ellos la gran difusión que se hacia de la lengua catalana.

Los trabajadores de Radiotelevisió Valenciana, tras conocer la noticia, han emitido programas especiales donde, por fin, la verdad ha salido a la luz de manera pública y clara. Han admitido que la manipulación informativa ha sido constante y han entonado el mea culpa ante todos los ciudadanos de la Comunidad Valenciana. Varios periodistas se han trasladado a las principales ciudades para conocer la opinión de la gente de la calle mientras, en plató, algunos tertulianos han defendido la existencia de Canal 9 y se han opuesto a su cierre. 

Mientras, las redes sociales estaban en plena ebullición y el hashtag #RTVVnoestanca se ha posicionado en el Trending Topic de Twitter. Ha habido comentarios para todos los gustos: desde los que clamaban solidaridad con los trabajadores de Canal 9 hasta los que culpaban de todo a estos mismos trabajadores por no haberse rebelado antes ante la mala gestión de Radiotelevisió Valenciana. Sea como sea, durante unas horas (y hasta que se cierre definitivamente el canal), hemos podido disfrutar del Canal 9 que todos los ciudadanos queríamos tener. 

Vale, ahora es cuando aquellos valencianohablantes que hayan llegado a leer hasta aquí, están calentando los nudillos y apretando los dientes dispuestos a hacer un comentario mordaz sobre el hecho de que este texto esté escrito en castellano y no en valenciano. Podría haberlo escrito en valenciano y no me habría supuesto ningún esfuerzo adicional, pero he decidido hacerlo en castellano porque quiero demostrar a todos los castellanohablantes monolingües así como a los defensores acérrimos de la lengua valenciana, que no tenemos por qué enfrentarnos a causa del idioma. 

La diversidad lingüística de España es una riqueza que todos (y cuando digo "todos" me refiero a todos los españoles, no solo a los valencianohablantes) debemos defender. Lamentablemente, el valenciano en la Comunidad Valenciana aún se encuentra en una situación de profunda desventaja frente al castellano. Queda aún mucho por hacer tanto para igualar su utilización en la vida diaria (sobre todo en las grandes ciudades) como para sensibilizar a todo el mundo para que ame esta lengua y la mime.